martes, 13 de marzo de 2007

KIRCHNER VINO A ESTABILIZAR ESTE PAÍS PARA ADELANTE (Emilio Pérsico, Revista Evita noviembre 2006)

La tarea central que vino a cumplir el presidente Kirchner en la Argentina es la de estabilizar este país para adelante. A lo largo de la historia Argentina hemos conseguido durante algunos momentos la Justicia Social, pero después de cada avance popular ha venido un desastre nacional y nosotros creemos que esto no tiene porque ser así forzosamente; en cambio, sostenemos que es posible estabilizar el país para adelante, estamos convencidos de la tarea.
Cuando el presidente Kirchner nos habla de un país en serio, cuando nos habla de una Patria para todos, nos está hablando de la idea de afianzar este país mirando hacia el futuro para no volver nunca más a retroceder. No está escrito en ningún lado que después de una primavera tiene que venir una tormenta. Si bien eso ya nos pasó: después de los años peronistas del ’45, irrumpió la “Libertadora”; después del retorno de Perón en el ’73, la genocida Dictadura militar que desapareció a 30 mil desaparecidos; y después de la recuperación de la democracia en el ’83, el neoliberalismo que empobreció a muchos compatriotas. Esto no nos tiene que volver a pasar. Vamos a poner todo el esfuerzo porque esta es nuestra oportunidad histórica, como generación, como espacio político y como militantes.
Creemos que es necesaria la unidad de todos los sectores del país, desde partes del radicalismo y el conjunto del peronismo, hasta las organizaciones sociales y sectores empresariales, todos tienen que colaborar en esta tarea. Porque hasta Perón, con toda la fuerza que tuvo en su momento el Movimiento Nacional, no pudo estabilizar el país. Si comparamos esa situación de poder con la que tenemos hoy, todavía estamos débiles: con el poder que hoy tenemos no estabilizamos el país para adelante y tarde o temprano nos van a pegar un palazo y nos van a sacar.
Por eso, para nosotros el problema central de la Argentina sigue siendo un problema de construcción de poder, un problema de organización popular, de construcción de las unidades necesarias para dar cada una de las batallas que nos permitan no retroceder más.
Esto es lo que viene construyendo el compañero presidente desde la Casa de Gobierno. El asumió y se transformó en un militante. Empezó a militar en la presidencia para construir poder popular. Todos los días nos convocaba al Salón Blanco a participar en actos con distintos sectores, en donde bajaba la línea de construir la unidad necesaria para producir el cambio.
En este marco creemos que hay dos grandes tareas que están íntimamente ligadas: la distribución del ingreso y el poder que podamos construir, ya que “a mayor poder popular, mayor distribución del ingreso” y “a mayor distribución del ingreso, mayor poder popular”. Estas dos tareas están unidas y no hay manera de separarlas.
Cuanto más avancemos en la organización popular más vamos a poder avanzar en la distribución del ingreso y de la misma manera cuanto más avancemos en la redistribución del ingreso más vamos a poder avanzar en la organización popular.
La redistribución del ingreso se hace desde el Estado, pero está en nosotros apoyar para que se haga efectiva. La reconstrucción del Movimiento Nacional es nuestra tarea, pero, al mismo tiempo, es el Estado quien debe bancar a las organizaciones sociales y políticas que avanzan en la construcción de un modelo diferente de organización política.
Creemos que a cada modelo económico le corresponde un modelo de organización política. Ambos modelos están ligados en la realidad: el modelo neoliberal de los `90, implementado en el plano económico, trajo un modelo neoconservador en la organización política. Como ejemplo, podemos ver lo que sucede en las provincias del norte argentino, donde venimos dando pelea a ese modelo neoconservador que transformó al militante en un puntero.
Si bien es cierto que el militante utiliza las mismas herramientas que el puntero: ¿Cuál es la diferencia entre el militante popular y el puntero? Mientras el militante utiliza esas herramientas para encuadrar al Pueblo, para darle poder a los sectores populares, el puntero las utiliza para beneficio propio, para conseguir clientes en una economía de mercado que también llegó a la política.
Si no transformamos duramente las estructuras políticas del país, no vamos a transformar a fondo las estructuras económicas y esto es el elemento central que trajo Kirchner a la política: unió la fuerza política del cambio con un modelo económico más justo.

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