miércoles, 14 de marzo de 2007

DISCURSO DE LA MINISTRO DE DESARROLLO SOCIAL ALICIA KIRCHNER (Revista Evita octubre 2006)

Donde hay una necesidad nace un derecho

La compañera Alicia Kirchner, participó de una serie de “Encuentros de Formación”. El objetivo de los mismos: reflexionar sobre “La Construcción de un nuevo Proyecto Nacional”. A continuación, algunos fragmentos del discurso de cierre de los encuentros.
En la sede del Consejo Nacional del Partido Justicialista, en el marco de los “Encuentros de Formación” hacia “La Construcción de un nuevo Proyecto Nacional”, la Ministro de Desarrollo Social nacional Alicia Kirchner cerró las jornadas argumentando sobre el lugar que debe ocupar la política social en una Patria inclusiva. Aquí, síntesis del discurso pronunciado por la compañera.
“Todo trabajo político encierra en sí mismo un mensaje que tiene que ver con la mística, si no hay mística, si no hay compromiso con el otro no se puede avanzar en la construcción de un proyecto colectivo, de un proyecto nacional y popular como el que actualmente nos convoca.
“Para hablar de política social hay distintas maneras de hacerlo, hubo momentos en que se hablaba de un modo puramente técnico. La política es un camino hacia un proyecto popular o hacia un proyecto neoliberal, de hecho en las tres últimas décadas toda la política social estuvo atada a un proyecto neoliberal que nada tenía que ver con el ser persona, era solamente una mirada técnica. Tenemos políticas que hacen a la asistencia, a la emergencia, a la prevención o a la promoción, hasta ahora en las políticas sociales solo se caminaba por la asistencia, la emergencia y aisladamente en programas focalizados y como tales reduccionistas hacia lo que es prevención o promoción, el dueño de la historia no era la política sino el programa, de tal manera lo era que nos olvidamos que ese programa tenía la finalidad de atender a la gente, esto pasa cuando las miradas son de tipo reduccionista, cuando la técnica se pone por encima de un proyecto político. Lo que pasó en realidad es que usaron a la técnica, nos hablaron de la importancia de la técnica y de ser objetivos para negar en sí mismo el proyecto político, era una manera de hacer ideología con la técnica.
“Cuando nos hicimos cargo en el 2003 dijimos que teníamos que trabajar de una manera integral, hasta entonces de políticas integrales ni se hablaba, hoy todavía tenemos estamentos que siguen hablando de programa. Fue muy fuerte la cultura del programa, es más, fue vendida a través de distintos bancos con un gasto inmenso -se gastaba porque en ese caso no era inversión social- yo creo que no hay que hablar de gasto sino de inversión social. Todos conocemos los miles de programas que tenía el Ministerio de Desarrollo Social y los distintos ministerios, de hecho nuestro ministerio tenía 66 programas. Mucha gente se acostumbró a trabajar con una mirada focalizada en programas, pero tenemos que cambiar y pensar en un abordaje integral. Vamos a trabajar la red nacional de políticas sociales: Nación, provincias y municipios sumando esfuerzos.
“Microcréditos entra en la línea de asistencia y promoción, a mi la asistencia no me asusta, lo que si me asusta es el asistencialismo que termina en clientelismo. La asistencia se justifica porque “donde hay una necesidad nace un derecho” y realmente cuando se da asistencia con respeto dignifica, pero si te quedas en la asistencia solamente no sirve, hay que avanzar hacia la promoción de la persona.
“Pensamos microcréditos en la línea de la economía social, dijimos esto no es simplemente un programa de microcréditos, tenemos que apuntar a la asistencia primero, pero promoviendo a la persona para su desarrollo. Tomamos en cuenta los perfiles productivos, buscamos que dentro de la región se trabaje la economía social en el perfil productivo, la economía social generó 500.000 nuevos empleos, esto no mueve la aguja de la economía, pero la sacude bastante.
“Veamos estos datos que son para observarlos con atención: En diciembre del 2002 había un 58 % de pobreza y el último dato relevado por el INDEC nos da 33,8 %, y seguimos bajando, lo mismo pasa con la indigencia.
“Era necesario complementar la economía social con microcréditos y no teníamos norma ni regulación, con las organizaciones sociales y las provincias estuvimos trabajando para hacer jornadas y talleres de reflexión para encontrar la mejor manera de encarar el tema.
“El modelo neoliberal buscó ser aliviador, recordemos cuando decían “buscar los heridos que el modelo dejaba en el camino” esto significa que lo importante era asistir, se llegó a confundir políticas sociales con un plan de ingreso. Yo no digo que en el momento más crudo los planes de ingreso no hayan sido necesarios, pero habernos quedado en la política social del plan de ingreso no es bueno. Otros hablan de que hubiese sido importante generar una asignación por hijo universal, eso se podía hacer en pleno gobierno justicialista cuando no teníamos las desigualdades que trajo el modelo neoliberal , entonces sí era equitativa la distribución de una asignación por hijo. Hoy si pensamos de manera universal no podemos dar al empresario de mayores ingresos la misma asignación por hijo que a una familia de cartoneros, eso sería una injusticia en donde acentuaríamos, ante la presunta simpatía de un modelo universal, la desigualdad.
“Tenemos que trabajar en líneas diferenciadas vinculadas con la gente y no impuestas desde atrás de un escritorio, con la realidad de cara al territorio que es absolutamente diferente en todo el país. El microcrédito se suma a este desarrollo mirando la realidad regional y el perfil productivo de cada lugar. Buscamos desarrollo humano e igualdad como así también equidad territorial y acceso al crédito. Hoy el crédito sin garantías lo desarrollan las organizaciones sociales, pero lo hacen fundamentalmente en las provincias del centro y en el Gran Buenos Aires y muy incipientemente. Nos faltan las organizaciones del resto del país, tenemos que garantizarles el acceso al crédito a ellos también. La ley 26.117 es la que permite esto mismo y se va a implementar a partir del 1° de octubre. Necesitamos la experiencia de las organizaciones sociales, en lo que es la economía social, para que lleguen a ser también una organización de microcrédito.
“El 2005 es el año internacional del microcrédito, en el mundo hay organizaciones lucrativas y no lucrativas. No todas están vinculadas a la economía social, es decir con la producción de servicios y bienes para su posterior comercialización, hay muchos microcréditos destinados al consumo que no son los que nos interesan. Trabajamos con perfil productivo regional para dar sustento a la economía social por supuesto con organizaciones no lucrativas. Las organizaciones lucrativas también querían entrar, pero nosotros dijimos que no vamos a trabajar en el negocio financiero. En este momento hay 58 países en el mundo. 7.000 instituciones y 20 millones de beneficiarios en esta modalidad y pensamos que vamos a llegar a los 80 millones. La recuperación es muy alta porque se destruyeron muchas cosas, pero hay algunas que no pudieron destruir en nuestro Pueblo como la confianza en las redes sociales.
“El microcrédito se da sin garantía, la única garantía es la solidaria. Se cumple, el recupero es del 95 % porque es la palabra dada, es la confianza. Volvemos a recuperar el capital social, empezamos hablando de microcréditos y ahora lo hacemos de la importancia de los vínculos solidarios, de la importancia de promovernos en red, de la importancia de la articulación social. Es decir que esto no es un negocio financiero, nuestra política es la promoción, el microcrédito que brindamos busca generar patrimonio para que la gente se sienta incluida y a la vez se fortifiquen los valores humanos. No solamente tenemos que dar la oportunidad a la gente de tener su emprendimiento, sino fundamentalmente que no se especule con esa persona que esta luchando para salir de la situación social en la que se encuentra. Nosotros proponemos un crédito con un mínimo de intereses, mucho menor que la taza pasiva, simplemente para los gastos básicos administrativos. El resto lo financia un Estado que considera que esta metodología es de inversión social, entonces ayuda a la capacitación, a la asistencia técnica y todo lo que necesite la organización para poder cumplir con la gente.
“La cartera activa en la Argentina va a llegar a 19 millones, algunos dicen que a 24. Hoy se atiende de 20.000 a 25.000 beneficiarios, el crédito promedio aproximado es de $1.000 a través de 150 organizaciones, esto es lo que aportamos nosotros en esta etapa con apoyo del gobierno nacional. Esta suma representa doce salarios mínimos y lo hicimos así para que pueda incrementarse en función del movimiento del salario. Una vez que se devuelve el crédito se puede acceder nuevamente, si ese pequeño emprendimiento de gestión asociada tiene que seguir desarrollándose.
“Como dije al principio: En esto hay que tener mística y lo digo en cada lugar donde estoy. Solo el gobierno no puede, necesitamos la ayuda de todos, la ayuda creativa con sus aportes y sus ganas y desde la participación ir fortaleciendo el proyecto productivo, si queremos hablar de políticas de Estado, esta es la única manera de hacerlo. El país no se pone de pie sólo, el país se pone de pie con los argentinos, este país es nuestro y estuvimos años sin sentirlo como nuestro. Luchemos para poner de pie a la Argentina, es nuestra oportunidad, debemos aprovecharla trabajando con mística, amor y entrega por el otro. No tengamos miedo de poner el corazón si no ponemos el corazón las cosas no tienen calidad, no tienen fuerza.”

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