martes, 24 de febrero de 2009

El enemigo principal (Norberto Galasso, Página 12, 24 de febrero de 2009)

En Página/12, el 17 de febrero último, el compañero Luis Brunati se suma a la polémica que venimos desarrollando acerca de si Proyecto Sur debe atacar frontalmente y con todo furor al Gobierno, considerándolo el enemigo principal, como lo está haciendo (Pino dice: “Kirchner es perverso”, “traidor”, “el Gobierno es antinacional y antipopular”, “Scalabrini Ortiz y Jauretche habrían visto con simpatía esta protesta rural”, “Scalabrini no estaría en Carta Abierta”, etc.) o si, en cambio, corresponde una crítica lateral, reconociendo aciertos –empujando, para profundizarlos– y señalando errores. Aquí reside el aspecto central de la discusión: quién es el enemigo principal, que ahora retoma Brunati.

Le contesto: lea el compañero Luis el diario La Nación, mire los noticiosos de TN, observe la perversidad de la casi totalidad del periodismo televisivo y la opinión de la casi totalidad de la dirigencia que aparece en “los medios” –ferozmente opositora al Gobierno– y se convencerá de que no puede coincidir con ellos. López Murphy, Carrió, Escribano, Grondona, la Mesa de Enlace agropecuaria, Longobardi y tantos otros saben bien quién es “el enemigo principal de ellos” y en este momento le apuntan agresivamente, con burlas y saña, al kirchnerismo. Por tanto, Luis, éste no puede ser, al mismo tiempo, el enemigo principal de Proyecto Sur.

Esta gente antinacional y antipopular pretendió “desgastar” al Gobierno, quiso voltearlo con un cacerolazo, logró debilitarlo con sus cortes de ruta, se apropió del cerebro de gran parte de los sectores medios reverdeciendo el gorilismo, apelando al racismo “anticabecita”, al machismo –incluso al “machismo de las mujeres”– ensañándose con Cristina y ahora intenta organizar algo parecido a la Unión Democrática, aunque en dos alas. Una, la liberal-oligárquica de Carrió –UCR en declinación conservadora, traidores como Cobos y hombres de paja del imperio como “el Bulldog”, con el aporte de la hija de Pepe Estensoro y la prepotencia aristocrática de una Bullrich Luro Pueyrredón, renegada de sus osadías juveniles. La otra, la monstruosa degeneración de un sector del peronismo, que retoma la línea menemista-duhaldista, con millonarios como De Narváez, oportunistas como Solá y el fantasma del viejo Pinedo resurrecto en su nieto. Todos ellos, juntos o separados, se esmeran por bajar el telón sobre la experiencia de Néstor y Cristina. A su vez, Fidel, Chávez, Lula, Evo y Correa no quieren que esto ocurra porque consideran a la pareja como compañeros del hundimiento del ALCA y de la necesaria reunificación de América latina con Banco del Sur, moneda latinoamericana y comité de defensa ante cualquier prepotencia imperialista.

De esto no hay duda alguna. Vos me decís en tu artículo que también son enemigos Bunge y Born, Urquía, la Aceitera General Deheza, Monsanto, etc., ¡qué duda cabe! Sólo que el diputado de Proyecto Sur votó a favor de esos intereses sojeros contra la Resolución 125 con el alborozo de La Nación, Clarín, Perfil y otros (lo menos que cabía era abstenerse). También mencionás a otros que, esos sí, hacen buenos negocios como las grandes empresas mineras y petroleras. No eludí este tema –como me criticás por mi nota anterior– ni lo eludo ahora. Digo que hay “amigos del poder”, efectivamente, como también los hay en todos los movimientos que algunos catedráticos llaman despectivamente “populistas”, incluso en el peronismo del ’45. Pero esos negocios no alcanzan para confundir los campos. Son suficientes sí, para señalar compromisos, contradicciones, concesiones del Gobierno. Por eso hay que empujarlo, movilizando al pueblo, para que profundice su política y adopte medidas audaces en esas áreas hoy sujetas al saqueo. Pero no podés caracterizar al Gobierno solamente por esta cuestión, como ocurría con radicales y nacionalistas que conspiraban contra Perón diciendo que entregaba el petróleo o no había nacionalizado la CADE. También te puedo recordar que Perón, seguramente a disgusto, llevó al balcón de la Rosada al asesino de Sandino. ¿Esta actitud tan criticable invalidaba las nacionalizaciones, el no ingreso al FMI, el más del 50 por ciento de la participación de los trabajadores en el ingreso y tantas otras cosas positivas? Evidentemente, no. Había que hacerse el distraído si se estaba dentro del peronismo o criticarlo lateralmente, sin dejar de reconocer el carácter nacional y popular del gobierno, si se estaba en la izquierda nacional (porque de la otra izquierda mejor no hablar). Fue también una concesión cuando el General encarceló a los exilados guatemaltecos del gobierno de Arbenz derrocado por los yanquis. De esta desgraciada medida algunos sacaron la conclusión de que el gobierno era proimperialista, lo recuerdo. Así actuó gente honesta, con grandes ilusiones y quimeras. Lenin también los soportó y los calificó como “el izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo”. Como vos sabés, colaboraron para que llegaran los Rojas y Aramburu, quienes liberaron a los guatemaltecos, pero fusilaron a los trabajadores peronistas y dictaron el 4161 y todo lo demás.

En mi anterior artículo decía que me sorprende que compañeros de larga lucha en el peronismo no comprendan las vacilaciones de los gobiernos policlasistas, que también las tuvo el peronismo, aun en sus mejores momentos (Actas de Chapultepec, ¿te acordás?). También me sorprende que omitan los avances de este gobierno y algo tan caro al peronismo como son los derechos de los trabajadores. Porque ahora no sólo hubo disminución de la desocupación y recupero de las paritarias, sino que desde la Comisión parlamentaria de Legislación Laboral presidida por Héctor Recalde se recuperaron conquistas que el menemismo había destruido (sextuplicación del salario mínimo, vital y móvil, suspensión de despidos sin causa, derogación de la ley Banelco, prohibición de uso de banderas extranjeras en los buques para eludir la legislación laboral argentina, limitación a ocho horas de la jornada para peones rurales, modificación de la ley de pasantías, el “dubio pro operario” en juicios laborales, jueces laborales en materia de quiebras, etc.). Y esto no lo promueve “el enemigo principal”, sino el Frente para la Victoria.

Es correcto que Proyecto Sur critique, pero, por favor, no desde el campo del enemigo, no desde La Nación y Perfil, ni en los programas de los periodistas del imperio, que se solazan escuchando las críticas. Elogien lo elogiable y critiquen lo criticable, pero con sumo cuidado para no ser funcionales a la reacción. Crezcan, desarróllense, si pueden, cabalgando junto a lo mejor del Gobierno y cuando deban votar, no le den pasto al enemigo.

También ha salido al ruedo, por correo electrónico, otro dirigente y amigo, Mario Mazitelli, quien señala que la política del imperio es “la alternancia”. Según él, el imperialismo deja hacer al centroizquierda hoy, después en 2011 vendrá la centroderecha y así sucesivamente mientras Proyecto Sur –sostiene un militante honesto como Mario– construye el partido “para hacer la revolución social”. Este supuesto poder inmenso de los sectores dominantes previendo varios gobiernos y manejando a su gusto a todos los argentinos –menos a Proyecto Sur– me sorprende porque se sustenta en categorías liberales, como centroizquierda o centroderecha, que utilizan Morales Solá y sus congéneres. Creo, en cambio, que hay una cuestión nacional que divide a la sociedad en antiimperialistas y proimperialistas y una cuestión social que la divide en explotadores y explotados. Del ensamble de ambas cuestiones nace un proyecto de Liberación Nacional en marcha hacia el socialismo.

Pero esta polémica no la voy a seguir por dos motivos. La primera, porque la egolatría es mala consejera. Y esto de que la plana mayor de Proyecto Sur (sólo faltás vos, Carlitos del Frade, y espero que no lo hagas) se prodigue en discutir conmigo puede provocarme cierta vanidad y apartarme de aquello que aconsejaba Scalabrini: “Ser uno cualquiera que sabe que es uno cualquiera”. La segunda, porque aparecen quienes rebajan el nivel de la discusión, como un tal José Luis que por correo electrónico intenta descalificarme tratándome benévolamente de “anciano”. Como se comprende, a los 72, no estoy para coqueterías, pero si la calificación viene de Proyecto Sur les advierto que si yo soy anciano, Pino es seis meses más anciano que yo.

Pero no es así, Pino, vos y yo sabemos que no somos viejos. Ocurre simplemente –como decía Jauretche– que hace muchos años que somos jóvenes y mantenemos la juventud suficiente para polemizar acerca del destino de esta América latina que insoslayablemente va hacia la unidad y al socialismo. Y, por mi parte, bajo el telón sobre esta polémica, en la certeza de que tarde o temprano las duras luchas por la liberación nacional y social nos encontrarán a todos nosotros, otra vez juntos, en la misma vereda de siempre.

jueves, 12 de febrero de 2009

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL ACTO DE ANUNCIO DE POLÍTICAS SOCIALES, EN LA RESIDENCIA PRESIDENCIAL DE OLIVOS

Jueves, 12 de febrero de 2009

Buenas tardes a todos y a todas, desde hace décadas nunca estuvieron tan bien poblados los jardines de esta Residencia de Olivos. (APLAUSOS). Aquí puedo ver las caras de muchos argentinos y argentinas comprometidas desde hace mucho tiempo, algunas décadas y otros de toda la vida; algunas de cuando salieron a buscar a sus hijos y se encontraron con el pueblo, otros que desde muy jóvenes abrazaron la militancia política y social, con un compromiso frente al egoísmo, y muchas veces la avaricia de los que nunca entendieron que en la solidaridad y en el crecimiento parejo de nuestra sociedad está la clave para la felicidad en serio de todos los argentinos.

Permítanme en esta tarde tan especial, después de haber vivido ayer en la otra punta del país, a diez kilómetros de la frontera de la hermana República de Bolivia, el drama de otros argentinos que, como lo dije ayer, fueron azotados por la naturaleza, pero el verdadero problema, la verdadera tragedia es la pobreza estructural. Cuando uno llega allí y se encuentra con hermanos que pese a vivir en una tierra que produce todos los días 23 millones de metros cúbicos de gas, pero ese pueblo no tiene gas; cuando a numerosos argentinos todavía les falta el trabajo, advierte que a pese a todo lo que ha hecho este Gobierno, en las últimas décadas ha sido el que más viviendas ha construido, el que más escuelas ha levantado, hemos incorporado a millones de argentinos al sistema de agua potable y de cloacas. Pero todavía falta, porque son décadas y décadas de abandono y de resignación. Entonces cuando los veo a ustedes, cooperativitas, agricultores, hombres y mujeres del pueblo que poco tienen peor igual piensan en el otro, en el que tiene menos que ustedes, permítanme decirles que son estos momentos, como ayer cuando los pibes con la Bandera Argentina me abrazaban y me besaban diciendo "somos argentinos", es ahí donde me siento más orgullosa que nunca de ser argentina (APLAUSOS).

Estas medidas que hoy presentamos y que, como bien decía Alicia, significan haber incrementado el presupuesto del Ministerio de Acción Social en un 656 por ciento, se han podido hacer también porque se ha articulado un modelo de trabajo y producción que ha generado las posibilidades económicas para que el Estado pueda tener estas políticas, que no son asistencialistas, sino que por el contrario, son promocionales y de inclusión social.

Tal vez agua potable, redes de gas, electricidad, para otros argentinos que tienen la infinita suerte de poder abrir en su propia casa una canilla y que salga agua caliente o fría, que pueden prender la hornalla sin garrafa o sin tubo de gas, y cocinar, limpiar, asearse, estas cosas sean cuestiones menores, pero todavía tenemos 20 millones de argentinos que no tiene acceso a las redes cloacales, y 11 millones de argentinos sin acceso al agua potable.

Lo que pasó ayer en Tartagal es también, a pesar de ser la naturaleza la causante, el problema de la pobreza estructural, porque las casas se le inundan siempre a los pobres, las casas que se caen y se destruyen son siempre de los pobres, sea por inundación, por el alud. Es entonces hora de que todos los argentinos, sobre todo aquellos que han tenido la inmensa suerte de ser más favorecidos en la vida, entiendan la necesidad de contribuir para lograr más justicia para todos los argentinos, justicia que también tiene que ver con una equidad no solamente en lo social sino en lo geográfico. Yo lo decía ayer, ese NOA y ese NEA atravesado por la pobreza estructural, donde se van a necesitar décadas y décadas de inversión para poder superar tanto abandono y tanta injusticia. Ese debe ser el compromiso no solamente de un gobierno, sino de todos los argentinos.

Cuando yo por allí siento reclamos acerca de tal y cual excepción impositiva, hacia sectores que son productivos y muy importantes, pero que han tenido la suerte de tener grandes rentabilidades, y cuando ayer en Tartagal veía eso, pensaba en muchos hombres y mujeres con responsabilidades institucionales que también deberían ver eso rincones de la Patria para entender que es necesario seguir construyendo este modelo donde podamos, más allá de las ubicaciones que cada uno elija, la necesidad de tener un país diferente, más solidario, más inclusivo.

Hemos avanzado mucho en estos casi 6 años juntos, pero tenemos que hacer todavía más, porque cuando dije ese 10 de diciembre que mientras haya un pobre en la Argentina nadie puede sentirse bien y conforme, no lo dije como un slogan, . Lo digo porque lo siento acá, porque te hierve la sangre cuando ves tanto egoísmo, tanta avaricia y tanta pobreza al mismo tiempo. (APLAUSOS)

Yo les pido a todos los argentinos que me ayuden, que ayuden a esta Presidenta, no porque no tenga la fortaleza, sino porque necesito de la ayuda de todos los argentinos, que todos podamos tender la mano solidaria para aquellos que todavía no tienen nada o que teniendo tan poco, han vuelto a perderlo todo.

Necesitamos corazones más abiertos, mentes más generosas. A todos siempre nos gusta ganar un poco más, está en la naturaleza humana, pero tenemos que entender que necesitamos un país más justo, que la redistribución del ingreso no sea solamente una palabra para decirla en la plataforma o en las campañas electorales. (APLAUSOS) La redistribución del ingreso, argentinos y argentinas, debe ser un compromiso de todos, sobre todo, en este mundo tan contemporáneo, tan actual y en el cual hemos visto como se derrumbaban los paradigmas y, fundamentalmente, aquellos pensamientos que atacaban duramente a este Gobierno por decir que sostenía un proyecto inviable en términos económicos.

Deberán aprender todos y de una buena vez por todas, que la economía no es solo una ciencia de números, es una ciencia social y que solo reconoce su objetivo cuando logra que los derechos a la alimentación, a la vivienda, a una jubilación digna, a un trabajo digno, son los derechos de todos los argentinos. (APLAUSOS)

Yo me enorgullezco de pertenecer a este espacio político que ha dado grandes batallas en la redistribución del ingreso y que las voy a seguir dando con todo lo que sea necesario poner de mi persona, de mi Gobierno para convencer uno a uno a todos los argentinos que en este momento necesitamos estar más unidos y solidarios que nunca, porque va a depender mucho de cómo afrontemos este vendaval que, precisamente, como siempre lo hemos sostenido en estos años que hemos compartido tantas cosas, haciendo hincapié en este mercado interno, en nuestros consumidores, en nuestros hombres, en nuestras mujeres, en nuestro comercio, en nuestros tributistas, todos contribuyendo a sostener este modelo de crecimiento que ha incorporado a tanta gente a la posibilidad de un trabajo digno y de una jubilación, derechos que algunos creían perdidos para siempre. (APLAUSOS)

Esto también exige, argentinos y argentinas, mucha responsabilidad, porque ese aumento del Presupuesto para monotributistas, para familias, para chicos, para trabajos inclusivos que se suman a todas las medidas proactivas que hemos venido desarrollando hacia todos los sectores, sin excepciones, de la agricultura, de la ganadería, de la industria, del comercio, se logra solamente si el Estado administra correctamente sus cuentas.

Porque yo muchas veces escucho, por un lado, reclamos de bajar tal o cual cosa y, por el otro, al mismo tiempo, de aumentar la protección social, más jubilaciones o más salarios. Tiene que también haber una fuerte responsabilidad en las dirigencias políticas de todos los sectores y de todos los estamentos para saber que no hay milagros, que es necesario también que aquellos sectores que más poder de contribución tienen, contribuyan a seguir sosteniendo el modelo porque también es para ellos. (APLAUSOS)

Este modelo no se sostiene sin un tipo de cambio competitivo y un tipo de cambio competitivo no se sostiene sin un Banco Central con reservas y un superávit. Es todo un modelo macroeconómico que nos ha permitido a nosotros, los argentinos, salir del infierno.

Esto que está pasando en el mundo pasó en la Argentina en el 2001 y algunos protagonistas estelares de aquellas épocas parecen olvidarlo. Yo no los voy a recordar, confío en la memoria del pueblo. Lo importante, no es acordarse de los que fracasaron, lo importante es que nosotros seamos capaces de seguir construyendo todos juntos, unos con los otros, este proyecto que nos representa a los argentinos. (APLAUSOS)

Quiero decirles, para terminar, que el compromiso es el mismo de siempre, no empezó un 25 de mayo de 2003; yo nunca creo, como a algunos les parece, que la historia empieza cuando uno llega, no, la historia empezó mucho antes, la escribieron otros y, simplemente, algunos que desde muy jóvenes creímos en estas ideas, en que era posible tener un país incorporado al mundo pero desde un proyecto propio y desde una identidad propia, tomamos las banderas y empezamos a recorrer el camino ese 25 de mayo del 2003.

Hoy las banderas no las llevó yo y un grupo de dirigentes, esas banderas las llevan ustedes, miles y miles, millones y millones de argentinos que han vuelto a creer en su patria, que han vuelto a creer en su país porque han vuelto a creer en ellos mismos cuando los habían convencido de que nada podíamos cambiar ni nada podíamos transformar. (APLAUSOS)

Acá estamos, argentinos y argentinas, comprometidos con nuestra historia, con el presente y con el futuro.

Gracias y muchas fuerza, a seguir trabajando como siempre, con la misma fuerza, con la misma pasión y con la misma entrega.

Muchas gracias. (APLAUSOS)

lunes, 9 de febrero de 2009

Otro Judaísmo es posible (Sergio Yahni, The Alternative Information Center)

Respuesta a la carta abierta de Baruj Plavnick a Eduardo Galeano

No fui perseguido por la dictadura militar argentina, ya que solo tenía 9 años cuando ocurrió el golpe de estado, pero soy una de sus victimas: mis padres tuvieron que elegir el exilio para poder sobrevivir. Así que crecí y me eduque en un kibbutz en Israel.

El señor Baruj Plavnick dice en su carta abierta a Eduardo Galeano que “la paz depende de la justicia y la justicia depende de la verdad” y escribe “No me gusta el curso que ha llevado buena parte de los gobiernos israelíes en los últimos 30 años pero todos ellos han sido democráticamente elegidos por los hijos y nietos de quienes secaron pantanos y regaron el desierto. El Estado de Israel comenzó donde ningún árabe pretendía vivir.”

Bueno, también el gobierno alemán fue elegido democráticamente en 1932 por los hijos y nietos de quienes secaron los pantanos de Prusia y talaron los bosques de Turingia. No se que tipo de desastre ecológico hicieron los padres y los abuelos de quienes eligieron democráticamente a Milosevic en Yugoslavia, pero no creo que provocar un desastre ecológico justifique de una u otra manera las políticas de cual o tal gobierno.

No se si el señor Plavnick expresa su ignorancia o se trata solamente de malicia. Ya que los pantanos que fueron secados y el desierto que fue regado ya estaban poblados por quienes habían desarrollado una cultura de convivencia sostenible con su medio ambiente abasteciéndose de las plantas y animales de la región.

Secar los pantanos fue un desastre ecológico que llevo a la contaminación de los pocos recursos acuáticos que tiene el país, ya que los pantanos limpian las aguas fluyentes. Regar el desierto fue un desastre social ya que en el desierto regado se asentaron inmigrantes judíos de África del norte, Asía central y de Etiopía que fueron arrojados a la pobreza y la marginalizacion.

En realidad el Estado de Israel no comenzó donde ningún árabe pretendía vivir. No solamente los pantanos y desiertos ya estaban poblados. Estaban también pobladas la franja marítima del país y las montañas. En las costas había aldeas de pescadores, centros comerciales e industrias, y en las montañas existía la agricultura de terrazas. Todo eso fue destruido entre noviembre de 1947 y finales de 1951.

El Estado de Israel se creó con la limpieza étnica de la población nativa del país. Así desaparecieron los centros urbanos (Jaffa, Ramleh y Lod), así desapareció la cultura de los residentes de los pantanos y los desiertos, y los montes ya no están cubiertos de olivos, árboles frutales y huertas sino con pinos para hacer que este país semidesértico tenga algún parecido con Europa central.

Hoy los residentes originales de esas tierras viven en campos de refugiados.

Junto a la mistificación de los orígenes del estado de Israel, el señor Plavnick insinúa que las criticas al régimen de Israel y la solidaridad con las victimas de este régimen son en realidad un forma de antisemitismo.

Pero Plavnick no ataca a quien critica abstractamente al Estado de Israel, sino que el elige atacar a quien se horrorizó con la masacre cometida por el ejercito, la aviación y la marina de Israel en la franja de Gaza.

¡Clásico! Cuando el horror ya no se puede justificar se acusa a quien humanamente se solidariza con las victimas de la barbarie. Plavnick ni siquiera se toma la molestia de dar fundamento a sus acusaciones.

Es más, al no decir nada sobre los terribles actos que llevó a cabo el ejercito de Israel en Gaza, su hueca plegaria por la paz suena a cinismo. En el judaísmo no existe la excomunión, pero si pensara verdaderamente que “LA MUERTE DE UN SOLO PALESTINO ES UNA TRAGEDIA INCONMENSURABLE. No hay idea, creencia, circunstancia o lo que sea que justifique que un hombre derrame la sangre de otro hombre” como rabino que es, Baruj Plavnick podría al menos prohibir rezar con aquellos que cometieron las atrocidades de Gaza. Pero él no está horrorizado con la masacre que ha ocurrido en Gaza, ni siquiera quiere la paz. Su hueca retórica tiene como único objetivo defender lo indefendible.

La hipocresía ha llegado a tal nivel que este señor ni siquiera intenta presentar una teoría de dos demonios. Para él hay un solo demonio: las ansias de libertad de los hijos y los nietos de los mercaderes de Lod, Ramleh y Jaffa, los moradores de los pantanos y los desiertos, los pescadores de la costa y los campesinos de las montañas. Como era de esperar, ellos con memoria, rebeldía y ternura han decidido no aceptar su opresión ni esperar que Plavnick y sus homólogos los liberen y se han rebelado. Pero como pasa muchas veces con las rebeliones, quienes tienen el poder han decidido bañar en sangre esa rebeldía.

Por eso la carta abierta del rabino Baruj Plavnick a Eduardo Galeano no es sino una apología de la masacre y el genocidio. No levanta su voz contra la injusticia, como es de esperar de cualquier persona que anhele la paz, sino que culpa a las victimas. Se trata de una más de tantas apologías de este género que hemos escuchado cuando los oprimidos se rebelan y el poder los masacra. Lo raro es que este rabino, que se declara sobreviviente del enfrentamiento con la dictadura militar argentina, elija parafrasear a la dictadura declarando que “los israelíes son derechos y humanos”.

Ya que ha insinuado que lo escrito por Eduardo Galeano es antisemita, yo como judío y ciudadano de Israel seré seguramente acusado de ser “un judío que se odia a si mismo”.

Pero somos miles y miles de judíos en Israel y fuera de ella que creemos que otro judaísmo es posible, para quienes una masacre es una masacre, un genocidio es un genocidio y demandamos juicio y castigo para los culpables.

Para mantener la llama de este otro judaísmo no nos hace falta un hipócrita que intente impresionar a los gentiles con su titulo mientras justifica la muerte.

alternativenews.org

en: http://www.rebelion.org

lunes, 2 de febrero de 2009

Los aliados posibles y el enemigo principal (Norberto Galasso)

Días atrás, se publicaron en este diario notas de opinión de Hugo Barcia y Alcira Argumedo referidas a declaraciones de Pino Solanas donde responsabilizaba por la mortalidad infantil no sólo al Gobierno, sino también a “cómplices, mentores intelectuales, etc.”, entre los cuales se hallaría el grupo Carta Abierta. Alcira no refutó las apreciaciones correctas de Barcia sobre la mortalidad infantil, sino que fundamentó el furibundo antikirchnerismo de Proyecto Sur en siete puntos, entre los cuales los puntos 2, 3, 4 y 6 corresponden a uno solo: la política del Gobierno respecto a los recursos naturales; el punto 1 se refiere al Tren Bala, proyecto que puede considerarse frustrado, el 4 al blanqueo de capitales y el 7 a la prórroga de las licencias a los medios de comunicación. Además, ratificó las críticas de Pino a Carta Abierta. Estas posiciones no son nuevas en Proyecto Sur: en La Nación, Pino ha señalado que “Kirchner es un traidor a la patria e hipotecó el futuro” (29/9/2007), en Perfil sostuvo que “Kirchner continúa a Menem” (20/5/2007) y últimamente calificó a este gobierno de “antinacional y antipopular”. Si esto lo pregonasen Altamira, Ripoll o Alderete, no escribiría estas líneas pues la izquierda abstracta, liberal o antinacional, como se la quiera llamar, se ha especializado, desde Yrigoyen hasta hoy, en ser funcional a la reacción, en nombre del socialismo y sólo la izquierda nacional ha sabido comprender a los movimientos nacionales cabalgando a su lado mientras intentaba mantener su independencia política, ideológica y organizativa, aunque también allí hubo claudicaciones como la de Ramos frente al menemismo. Pero como estas críticas (confundiendo al posible aliado con el enemigo principal) provienen de compañeros con los cuales hemos transitado caminos de lucha, como en el frustrado Proyecto Sur de 2002/03, alguien que pertenece a las bases de Carta Abierta, orienta la Corriente Política E. S. Discépolo y dirige el periódico Señales Populares, se ve obligado, con el dolor que provoca criticar a antiguos compañeros, a intervenir en la polémica.

A las críticas de Alcira, podemos oponer:

1) La avanzada política de derechos humanos del kirchnerismo.

2) La avanzada política latinoamericana que contribuyó a hundir el proyecto del ALCA, que desde el Unasur contribuyó a evitar el golpe de Estado en Bolivia y que ha logrado la simpatía y apoyo de Chávez y Fidel, quienes, según parece, saben algo de imperialismo y cuestión nacional.

3) La depuración de la Corte Suprema de Justicia con la incorporación de figuras de capacidad y conducta incontrovertible.

4) El recupero de los aportes previsionales al tomar las AFJP, dando un fuerte golpe al poder financiero.

5) La reconversión de una economía de especulación por un modelo productivo que permitió una importante disminución de la desocupación y la pobreza.

6) El intento de redistribuir el ingreso a través de la Resolución 125, afectando la renta agraria diferencial, en el mismo sentido que lo hizo Perón en el ‘46 a través de los tipos de cambio selectivos. (En este caso, no vale el argumento de Alcira acerca de la votación de Lozano, pues la AFIP (resolución 1898/2008) inició acción contra las grandes exportadoras por los 1700 millones de pesos evadidos (El Cronista, 22/1/2009). Y aun cuando no lo hubiera hecho, esto obligaba, por lo menos a la abstención y no a ser cobertura de izquierda de la nueva Unidad Democrática que están conformando Carrió, Morales, López Murphy y otros.)

7) El recupero del rol del Estado: en Correos, Aguas, transporte aéreo, astilleros, algunos ramales ferroviarios, proyecto de tomar la fábrica de aviones de Córdoba y el canal Encuentro.

El kirchnerismo es pues todo esto y es también buena parte de lo que dice Alcira, como ocurre normalmente con los movimientos nacionales en gestación, policlasistas, contradictorios, clientelistas, pragmáticos, conciliadores, con “amigos del poder” que hacen negocios. ¿Se lo tenemos que decir nosotros, desde la izquierda nacional, justamente a los peronistas? Diría Jauretche, ¿dónde se ha visto que los hijos enseñen a los padres cómo se hacen los hijos? ¿Qué hubiera hecho Pino cuando Perón se negó a expropiar a la corrupta y recorrupta CADE? ¿Hubiera dicho que era “un gobierno antinacional y antipopular”? Claro, desde la izquierda abstracta es fácil decir, ¿por qué Perón no desarrolló fuertemente la minería?, ¿por qué apenas dio el puntapié inicial con Somisa cuya primera colada es de la época de Frondizi? ¿Y el contrato petrolero con la California? ¿Habría dicho acaso: “¡Qué antinacional y antipopular es este Perón!”? Pino dice en otro artículo: “Perón no estaría hoy en el PJ”. Yo pregunto: ¿era mucho mejor el PJ del ‘54? ¿No había entonces “amigos del poder” que hacían negocios? ¿Quiénes eran Jorge Antonio y Silvio Tricerri? ¿O entonces resulta que Codovilla tenía razón siendo funcional al imperialismo para que sanease a la Argentina emporcada por los “negros peronistas” del ‘45?

Por otra parte, somos ya lechuzas demasiado cascoteadas para entrar en la moralina boba de la Carrió: la corrupción es intrínseca al capitalismo y cuando está la reacción en el poder disimula sus negocios con leyes a su conveniencia; cuando estamos los del pueblo algunos violan esas leyes y hacen sus negocitos. Pregúntenle a Chávez, que sabe de esto, como también de la clase media de Caracas escandalizada moralmente, aunque, igual que la nuestra, evade impuestos con toda naturalidad.

Por momentos me asombro, porque parece que hay que enseñarles peronismo a los peronistas. Ningún gobierno, decía Perón, cumple el 100 por ciento de los objetivos nacionales y populares, porque está el enemigo que también es fuerte. Cuando cumple el 50 por ciento o más ya el balance es favorable. Jauretche le decía a Jorge Del Río cuando se deslizaba a la oposición porque Perón no expropiaba la CADE: “Es importante, sí, pero usted no puede ver la historia por el agujerito de la cerradura de la CADE”.

El balance general es el que interesa. Escuchen esto mis viejos y queridos amigos: “Hay muchos actos, y no de los menos trascendentales por cierto, de la política interna y externa del general Perón que no serían aprobados por el tribunal de las ideas matrices que animaron a mi generación. Pero de allí no tenemos derecho a deducir que la intención fuese menos pura y generosa. En el dinamómetro de la política, esas transigencias miden los grados de coacción de todo orden con que actúan las fuerzas extranjeras en el amparo de sus intereses y de su conveniencia. No debemos olvidar en ningún momento –cualesquiera sean las diferencias de apreciación– que las opciones que nos ofrece la vida política argentina son limitadas. No se trata de optar entre el general Perón y el arcángel San Miguel. Se trata de optar entre el general Perón y Federico Pinedo. Todo lo que socava a Perón, fortalece a Pinedo, en cuanto él simboliza un régimen político y económico de oprobio y un modo de pensar ajeno y opuesto al pensamiento del país” (1947). No hace falta que te diga a vos, Pino, que hiciste recientemente una película sobre “los hombres que están solos y esperan”, que el autor es Raúl Scalabrini Ortiz. Por eso, como decía Jacques Prevert, es muy peligroso dejar que los intelectuales jueguen con fósforos porque, retomando a Jauretche, combatir lo bueno (“desgastando”, creando “clima destituyente”) puede significar que en vez de lograr lo mejor, sirvamos para que vuelva lo malo.

En esta Argentina de hoy hay que luchar para profundizar este proceso, cabalgándole al lado, marcando críticas, proponiendo soluciones superadoras, empujando, pero no atacando desde enfrente, presionando para que fracase, porque la única opción que hay hoy la conocemos y viene de lejos: Bullrich Luro Pueyrredón, Pinedo, Estensoro, López Murphy, Grondona, Anchorena, los grandes pulpos mediáticos... y el Tío Sam.

Por esta razón, Proyecto Sur debería sumarse a Carta Abierta en vez de arrojarle críticas y trabajar desde allí, para incorporar a la lucha a los sectores populares, para movilizar, exigiendo al Gobierno que profundice lo realizado, porque –y vuelvo a decir, me da vergüenza explicarlo a compañeros de larga militancia– aquí hay una cuestión nacional argentina y latinoamericana por resolver. Y estamos frente a una oportunidad como nunca tuvimos antes. Lo saben Fidel, Chávez, Evo, Correa y muchos otros y lo intuyen los pueblos. Quienes socaven este proceso –con planteos que desconocen la correlación de fuerzas existente– asumen una grave responsabilidad si se frustra esta gran oportunidad para ir dando pasos hacia una América latina unida y soberana, marchando en el camino del socialismo del siglo XXI.

domingo, 1 de febrero de 2009

Entre las urnas palestinas y el "Plomo Fundido" (Embajador Suhail Hani Daher Akel *)

Una guerra unilateral, criminal y devastadora. Una guerra en la que se intenta comprender las mentes de la potencia ocupante. Una guerra con muchas lecturas e interpretaciones. Desde comparar al régimen de Olmert-Levni con el movimiento hitleriano, hasta la necesidad de guerra como parte de la interna israelí en los comicios del próximo 10 de febrero. Sin embargo, no se puede soslayar la influencia de las elecciones palestinas del 9 de enero en esta invasión.

Desde aquel cerco al fallecido presidente Yasser Arafat en 2001, el principal objetivo de Israel y Sharon fue destruir a la Autoridad Nacional Palestina-ANP, deshacerse de los acuerdos firmados por sus antecesores y aplicar la ‘solución final’ al pueblo palestino, según la propuesta de Shaul Mofaz.

Sharon, cortó los lazos con la ANP y con su odiosa semántica los tildo de: ‘terrorista’. Mitos solemnes para mantener la ocupación.

Luego del envenenamiento y muerte de Arafat en el 2004, la constitución y las urnas palestinas, funcionaron. Sin la participación de Hamas, que convocó a abstenerse; Fatah, encabezado por Mahmoud Abbas, ganó los comicios el 9 de enero de 2005.

La vaga retórica de Israel y Estados Unidos, contra Arafat, por considerarlo -según ellos- un ‘obstáculo para la paz’, el éxito de Abbas tampoco los conformó. Israel, siguió ignorando los acuerdos y compromisos firmados con la OLP y la ANP. Evitando en el 2005 una apertura genuina con Abbas, bajo el pretexto de no tener el control de los grupos ‘extremistas’.

El desorden político por la falta del histórico líder que condujo la revolución nacional desde la década del ’50 y el lógico desgaste de la ANP por la estratégica dilatación israelí en los acuerdos de paz durante 15 años, potenció a Hamas. Fortalecido. Ganó la mayoría de las ciudades en las elecciones de alcaldes y se presentó en enero de 2006 a las elecciones legislativas. Para sorpresa, ganó las mismas.

Fue el momento decisivo. Israel construyó su torre de Babel con las diferencias del liderazgo palestino. Abrió las puertas de negociación con la ANP, llamó a Abbas ‘moderado y amigo’; consideró al gobierno de Hamas de ‘terrorista’ y convirtió la puerta de negociación en giratoria.

El feroz bloqueo económico impuesto por los democráticos países de Europa, Israel y Estados Unidos al pueblo palestino por haber elegido democráticamente a Hamas, llevó al estallido interno. El dialogo no logró aplacar la violencia ínter-palestina. Hamas, controló Gaza y Abbas, depuso el gobierno de Hamas del primer ministro Ismal Haniyeh...Israel ganó.

Entre las urnas y el ‘Plomo Fundido’ el 9 de enero, expiró el legitimo mandato de Abbas. Sus facultades le permite al presidente extenderlo y unificarlo con las legislativas del 2010, según una ley aprobada por el parlamento con mayoría de Fatah en 2005. Aunque, discutido por el legislativo de Hamas, ya como mayoría en el 2006. Desde hace meses Hamas no aceptó la extensión, urgió a la ANP abrir el periodo electoral y anticipó no reconocer la investidura de Abbas sin elecciones.

El fin del mandato implica. Si no hay un acuerdo entre las partes y hasta fijar nueva fecha, la constitución llama asumir al presidente del legislativo. En este caso es Aziz Dweik de Hamas, depuesto por Abbas y secuestrado en el 2006 por Israel, durante las redadas de secuestros de 40 ministros y legisladores. Aún, en cárceles israelíes para evitar el gobierno de Hamas.

La responsabilidad de Israel en la fraticida guerra, como, en la de impedir los comicios palestinos, se reflejó en un documento del ministerio de Defensa israelí, que resaltó sobre: “el fin del mandato de Mahmoud Abbas”. Recomendó: “evitar la celebración de elecciones en la Autoridad Palestina, incluso a costa de una confrontación con Estados Unidos y la comunidad internacional”. Exhortó un acuerdo con Siria y atacar a Irán... y, “si fracasa la tregua y se reanuda el conflicto en la Franja de Gaza, Israel debe actuar para derrocar el gobierno de Hamas”. (Euro Press 23/11/2008)

La potencia ocupante no podía arriesgar con las urnas palestinas y decidieron la guerra. Era conveniente demoler las aspiraciones electorales palestinas para evitar que se instale el revuelo de un democrático fantasma hamasiano en la zona Norte de Palestina (Ribera Occidental).

En un espiral sin fin de jugadas diabólicas, con los giros habituales de sus mitos y retóricas, Israel acomodó la resistencia palestina a sus intereses. Los terroristas palestinos de antes, son los moderados de hoy; los actuales terroristas, serán los moderados del mañana y el futuro movimiento de liberación que pueda surgir, será entonces los nuevos terroristas. Frágiles excusas que permiten ensalzar su papel de victima para apelar a su defensa en detrimento del pueblo palestino y sus derechos nacionales.

Con desafortunados aliados, traición y bajo el paraguas estadounidense, el 27 de diciembre de 2008, lanzaron sin piedad su operativo criminal ‘Plomo Fundido’ contra la población civil gazaauí, con las graves consecuencias a la vista. Nuevamente las excusas fueron una farsa. La tregua fue violada por Israel durante los seis meses de su duración al matar a 88 palestinos y herir a 281en Gaza, además de su permanente bloqueo humanitario.

La Ribera Occidental, inmersa en muros de apartheid y asfixiada por los asentamientos ilegales, esta saturada de simpatizantes de Hamas, los que empiezan a ver con preocupación las futuras intenciones israelíes de fundir su plomo sobre la población civil, así sea de Hamas, de Fatah o de algún otro movimiento. Hemipléjica, la comunidad internacional se verá nuevamente afectada en sus hemisferios cerebrales.


* Ex Embajador del Estado de Palestina en la Argentina.
* Analista Internacional sobre la Cuestión Palestina.